hechizado, sentado al borde de la estación / observa a victoria caminar sobre las vías / un paso atrás otro adelante / y se pregunta: / hasta cuando / evitaré los trenes que vendrán? / hasta cuando / sostendré la escalera para que alcances las muñecas? / hasta cuando / mis ojos contendrán la angustia de los tuyos? / dudas del hechizado / que baja y ofrece su mano / para que camine derechita sobre el riel / los ojos fijos en las golondrinas que vuelan allá lejos // pero hechizado se engaña las preguntas / convencido como está del amor y recovecos / lo no dicho surge de su pozo / se esparce como veneno de grosella: / hasta cuando / verás mi imagen reflejarse entre tus días? / hasta cuando / compartirás tu mano tus ojos tus pasos / sobre el manto amarillo del desierto? / hasta cuando / duran los hechizos / de niñeces de cuento alegoría? / cuando crezcas y seas finalmente / la guerrera la reina la tremante hechicera que ante los astros se posternan / ¿me verás a mi o me desharé / fino espejismo del paisaje de tu vida / sin necesitarme ya / sin espejarte?
¡Cuántas dudas maravillosas!
ResponderEliminar¿Qué sería de nosotros si siempre tuviésemos la certeza?
Impresionantemente bien escrito.
Un beso.